La influencia del procesamiento postcosecha en la potencia de los cannabinoides del cannabis

La calidad del cannabis medicinal no solo depende de las condiciones de cultivo, sino también de los procesos aplicados después de la cosecha. Investigaciones recientes han demostrado que las técnicas de manipulación postcosecha pueden afectar significativamente la concentración de cannabinoides en las inflorescencias del cannabis.

Un estudio titulado ‘Effects of postharvest manipulation on cannabinoids in cannabis (Cannabis sativa L.) inflorescences’ reveló que no solo se pierden cannabinoides por volatilización, sino también por la manipulación de las flores, ya que los tricomas glandulares pueden desprenderse con el más mínimo toque.


El rol de los tricomas en la pérdida de cannabinoides


Los tricomas son estructuras microscópicas en la superficie de las flores de cannabis que contienen cannabinoides, terpenos y flavonoides. Son extremadamente sensibles a la manipulación física, ya que están sujetos a daños fácilmente debido a su delicada estructura.

En el estudio, se observó que incluso una manipulación suave de las flores provocaba la caída de una parte significativa de los tricomas, lo que resultó en una pérdida directa de cannabinoides. Además se demuestra cómo diferentes métodos de manipulación (por ejemplo, el recorte en seco o en húmedo) afectan la integridad de los tricomas. La manipulación en húmedo (antes del secado) resultó en una mayor pérdida de tricomas, ya que las flores aún contenían altos niveles de humedad, lo que las hacía más vulnerables al daño físico.

En cambio, el recorte en seco, donde las flores ya están deshidratadas, mostró una menor pérdida de tricomas, pero también presentó la desventaja de un secado menos controlado que podría resultar en una mayor volatilización de cannabinoides.


Recorte: ¿Antes o después del secado?


Una de las primeras decisiones postcosecha es si se debe realizar el recorte antes o después del secado. Ambos métodos tienen ventajas y desventajas en términos de retención de cannabinoides.

  • Recorte antes del secado (wet trimming): En este caso, las hojas que rodean los cogollos se eliminan antes de que el cannabis se seque. Este proceso se realiza cuando las flores todavía tienen un alto contenido de humedad. La ventaja de este método es que se retiran las hojas rápidamente, lo que permite que los cogollos se mantengan frescos y con un aspecto más estético. Sin embargo, las flores pueden volverse más vulnerables a la manipulación, lo que podría resultar en la pérdida de tricomas.
  • Recorte después del secado (dry trimming): En este caso, las flores se dejan secar primero, y luego se recortan las hojas. Este método puede ser más suave en cuanto a la conservación de los tricomas, ya que las flores están más secas y los tricomas se desprenden con mayor dificultad. Sin embargo, el proceso de secado puede hacer que los cannabinoides se degraden de manera más acelerada, especialmente si se realiza en condiciones de calor o con alta exposición a la luz. A pesar de esto, el recorte seco es popular entre los cultivadores ya que puede resultar en una mayor retención de los terpenos, lo cual es vital para el aroma y sabor del cannabis.


Técnicas de secado y su efecto en cannabinoides y terpenos


El proceso de secado es uno de los factores más críticos en la preservación de la calidad del cannabis. Si no se lleva a cabo de manera adecuada, puede ocasionar la pérdida de cannabinoides y otros compuestos volátiles. Tipos de secado:

  • Secado al aire caliente: Este es el método más común, pero también uno de los que puede tener un mayor impacto en la pérdida de cannabinoides y terpenos. Si el secado se realiza en un ambiente con temperaturas demasiado altas o una circulación de aire excesiva, puede haber una evaporación significativa de compuestos volátiles. Además, los cannabinoides como el THC se pueden transformar en su forma ácida, THC-A, lo cual reduce su potencia psicoactiva.
  • Secado en congelador (freeze drying): El secado en congelador es un proceso que implica la congelación rápida de las flores seguidas de un proceso de sublimación. Este método es mucho más eficiente para conservar la potencia de los cannabinoides, ya que minimiza la exposición al calor y la oxidación. No obstante, aunque los cannabinoides se preservan de manera óptima, los terpenos pueden verse comprometidos, lo que afecta el sabor y aroma del cannabis.
  • Secado en bandeja (tray drying): Este método es una opción intermedia, donde las flores se colocan en bandejas con una circulación de aire controlada. Permite un secado uniforme a temperaturas más bajas, lo que ayuda a preservar tanto los cannabinoides como los terpenos. La clave aquí es controlar la temperatura y la humedad relativa durante el proceso, de modo que las flores no se deshidraten demasiado rápido ni se expongan a condiciones desfavorables.

La oxidación de los terpenos, que ocurre cuando las flores se manipulan en ambientes con exceso de oxígeno, reduce no solo el sabor, sino también el perfil completo de los cannabinoides. La pérdida de terpenos como el limoneno, mirceno, y pineno, interfiere con las interacciones entourage entre los cannabinoides, un fenómeno en el cual los compuestos terpenoides potencian los efectos de los cannabinoides. Como resultado, una pérdida significativa de terpenos puede disminuir la eficacia terapéutica de los cannabinoides, haciendo que el cannabis sea menos efectivo en tratamientos médicos.


Efectos de la temperatura y la oxidación


A nivel químico, el THC y el CBD están formados por cadenas de carbono e hidrógeno que pueden reaccionar con el oxígeno o el calor, resultando en la degradación de la estructura molecular. En particular, el THC se convierte en CBN (cannabinol), un cannabinoide con efectos psicoactivos mucho más bajos, mientras que el CBD se oxida formando CBDV (cannabidivarin), que es menos potente.

El calor elevado durante el proceso de secado puede inducir una reacción llamada descarboxilación, donde los precursores ácidos de los cannabinoides(como el THC-A y CBD-A) pierden un grupo carboxilo (CO2), lo que convierte los ácidos en sus formas activas, como el THC y el CBD. Las temperaturas excesivas pueden no solo acelerar la descarboxilación, sino también destruir los compuestos activos antes de que se conviertan en sus formas ideales para el consumo.

Por ejemplo, el THC-A se convierte en THC a temperaturas entre 60°C y 70°C, pero si las temperaturas exceden los 80°C, la conversión se vuelve menos eficiente, y el THC se oxida rápidamente a CBN. Este proceso de degradación térmica es una de las principales razones por las cuales un secado rápido o mal controlado puede resultar en una pérdida significativa de potencia en el producto final.


Curado: el toque final para mejorar la potencia


Después del secado, el curado es una de las etapas más importantes en la producción de cannabis de alta calidad. El curado permite que los cannabinoides se asienten y maduren de manera óptima. Durante esta fase, los terpenos se estabilizan, y la potencia de los cannabinoides se intensifica, mientras que los compuestos no deseados como el cloroformo se eliminan.

El proceso de curado debe realizarse en envases herméticos, como tarros de vidrio o contenedores sellados, para evitar la pérdida de humedad y permitir una descomposición lenta de los compuestos durante varias semanas.


Microclimas durante el curado


Otro aspecto técnico es la interacción de las enzimas en el cannabis durante el proceso de curado. Los cannabinoides en su forma ácida (como THC-A) están en un estado inactivo, pero las enzimas naturales presentes en el cannabis pueden facilitar su conversión en formas activas durante el curado.



cannabinoides


Si el ambiente de curado es demasiado cálido o húmedo, las enzimas pueden acelerar la conversión en formas inactivas o no deseadas. De acuerdo con la teoría química presentada en el estudio, las enzimas como la decarboxilasa son importantes durante la transformación de los ácidos cannabinoides en sus formas activas durante el curado.

El ambiente ideal para estas reacciones es uno de temperatura moderada (alrededor de 20°C-25°C) y baja humedad relativa (40%-60%), lo que optimiza la descarboxilación sin riesgo de destruir los cannabinoides activos.


Almacenamiento: manteniendo la potencia y el aroma


La última fase de la manipulación postcosecha es el almacenamiento. Aunque el cannabis puede estar completamente seco y curado, su calidad no estará garantizada si no se almacena correctamente. Las condiciones de almacenamiento juegan un papel crucial en la preservación de los cannabinoides y terpenos a largo plazo.

  • Temperatura: Es esencial almacenar el cannabis en un lugar fresco, con temperaturas cercanas a los 4 °C. Esto minimiza la degradación de los cannabinoides, especialmente la oxidación, que puede disminuir la potencia con el tiempo. La temperatura también afecta la conservación de los terpenos, que son muy sensibles al calor.
  • Exposición a la luz: La luz ultravioleta (UV) puede descomponer los cannabinoides y alterar el perfil de terpenos. Por lo tanto, se recomienda almacenar el cannabis en lugares oscuros o en envases opacos que protejan las flores de la luz.
  • Humedad: El nivel adecuado de humedad es crucial para evitar la descomposición o la formación de moho. El rango ideal de humedad relativa para el almacenamiento de cannabis es entre 59-63%. Las condiciones de humedad demasiado altas pueden fomentar el crecimiento de hongos, mientras que la baja humedad puede hacer que los tricomas se rompan fácilmente y los cannabinoides se vuelvan menos efectivos


3 pasos para minimizar la pérdida de cannabinoides durante el procesamiento


  1. Manejo suave durante el recorte: Utilizar tijeras afiladas y técnicas de recorte cuidadosas puede minimizar el daño a los tricomas, lo que reduce la pérdida de cannabinoides. Es importante evitar manipular las flores de manera brusca.
  2. Control de temperatura y humedad durante el secado: Mantener un ambiente controlado y con temperaturas suaves es clave para preservar la potencia del cannabis. El uso de secadores de bandeja con control de temperatura o el secado en habitaciones oscuras puede contribuir significativamente a la conservación de los cannabinoides.
  3. Almacenamiento óptimo: Como mencionamos, el almacenamiento en envases herméticos y en condiciones frescas y oscuras es fundamental para mantener la calidad del cannabis. Además, el uso de humidificadores o deshumidificadores en los lugares de almacenamiento puede ayudar a controlar la humedad para evitar la degradación prematura.

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